domingo, 17 de enero de 2016

bebé Bescansa. (Alguna aclaración acerca de la crianza con apego)

Te ví el otro día, y me llamaste la atención, salías en todas partes, los medios de comunicación de todos los colores sacaban portadas en las que estaba tú y tu mamá, y algunos compañeros de tu mamá también, cogiéndote a veces, haciéndote mimos, el sitio de trabajo de ella, en el lugar en el que le tocaba trabajar ese día, vaya. Era algo especial, muy importante. Unos han aplaudido a tu mamá, otros la han criticado, y a casi nadie ha dejado indiferente verte ahí, en un lugar en el que se hace extraño ver a una madre con su criatura.
Resulta que estos días os habéis convertido en foco de polémica. A nivel inernacional incluso. Algunos también dicen que no hay que centrarse en eso, que son detalles, que son menudencias, que distraen...
Yo, sin embargo, creo que es una buena oportunidad para situarnos un poco más en un tema que no tenemos en absoluto claro, algo sobre lo que hay muchas opiniones, pero en lo que estamos pez. Es el tema, el gran tema, de la crianza y la educación. Sí. Y es mi gran tema además, en el que llevo zambullida décadas. Por eso ahora también hablo.
¿Cómo se desarrolla el ser humano?, ¿Cuánto de determinantes son nuestros primeros años?, ¿de qué modo hemos de trataros, cachorritos humanos?.
Eso, ¿Cómo hemos de manejarnos con vosotros, pequeños seres indefensos, dependientes como los que más en el reino animal?.
Muchos nos lo hemos planteado, y muchos han iniciado desde hace tiempo el camino de entender lo que va sucediendo en un biosistema que parte de dos células para convertirse en un todo complejísimo y grandioso. Y tener, como tú tienes ahora, esos ojitos expresivos, los impulsos que llevan a moverte y a comunicarte, esas imagenes mentales que vendrán después...Quiero hablarte de ello, quiero dirigirme a ti hoy. Quiero que de paso llegue a quien quiera y tenga interés.
¿Sabes?, cuando se lía la polémica de si has de estar ahí tú, de si te están utilizando, de que por qué no tu papá, etc., tu madre sale al paso y explica a los medios que que está haciendo contigo una crianza con apego, aparte de que la guardería, dice, no te admite hasta los 6 meses. Creo que es eso lo que dijo.
Estabas con ella ese día, entraste en ese sitio que se llama Congreso, y ahí estuviste el rato que hizo falta, en brazos de mamá básicamente.
Se ha hablado mucho, se sigue haciendo, y desde muchos puntos de vista: el feminismo dice que tu mamá ha echado por tierra lo que tanto ha costado conquistar a la mujer, su libertad. Hay quienes la han tachado de frívola, por montar el numerito... Hay quienes la defienden explicando que es una manera de hacer ver el gran problema de la conciliación trabajo-familia en las mujeres.
Y yo. a todo ésto, me pregunto por ti, por ti en concreto. Qué pudo ser tu viviencia ese día, incluso antes de entrar en la vorágine social de voces, revuelo, olores, colores, luces, sonidos, que fue el Congreso para ti. Ese día debiste notar algo más de trajín en casa... Te levantarían, arreglarían... Mamá estaba por ahí, con su olor característico, los gestos y sus tonos... mamá estaba...y no estaba. Porque tiene entre manos algo muy importante, a nivel profesional, y también personal, estoy segura. Aquí un gran punto que quiero señalar y llevar a la reflexión sobre el apego y la primera relación con la madre. Ese estar, pero no del todo. ¿Cuántas veces su mirada marcharía?, ¿cuántas veces tuvo que atender una llamada que interrumpió vuestro diálogo?. ¿cuántas veces notaste que se rompía tu ritmo?.
Bebé, tú todavía no puedes entender más que de abrazos, calor, contacto y presencia. Y es lo que se necesita, sobre todo, en el primer año de vida. En esa etapa que algunos han venido a llamar período crítico biofísico. Es donde queda marcada la identidad biológica, la base sensorial, corporal. Y es la estructura a la que luego añadiremos cognición, cuando el córtex, la última capa del cerebro, esté preparada, que es alrededor de los dos años. Es el momento en que se expresa a través del cuerpo, y la madre, o cuidador principal, da presencia con su respuesta sensitiva. "Lo que expresas tiene senido, estoy aquí, bebé, cariño mío, para recoger tus miedos, para darte calor, alimentarte en todos los sentidos, recoger y contener tu llanto...".
Crianza con apego... Ahora se habla mucho de ello, está de moda y me parece estupendo que así sea. Vemos a madres con sus hijos en brazos, comprando, dándoles el pecho, paseando, hasta en clases de baile o de yoga... Apego... Ya planteó Bowly, psicoanalista, clásico autor en el tema de relaciones de bebés con sus cuidadores, la importancia de un apego seguro, que es la base para crear una buena estructura en la persona, y capacidad para relaciones saludables.
Wilhelm Reich, también psicoanalista, habló y expuso con coraje y contundencia, sobre la necesidad de cuidar a la vida desde el inicio, poner énfasis en las crianzas, educar y acompañar a seres que vienen al mundo.
Pero, cuidado, apego no es llevar al niño a donde el adulto, apego no es ir con el niño a todas partes, (a todas partes del adulto). El primer año de vida requiere una exquisita adaptación a las necesiades del bebé, requiere una entrega total por parte de quien cuida, para ayudar a formar, a grabar profundamente el mensaje: "lo que hago, digo, temo, quiero, tiene sentido... Yo tengo sentido, yo soy, porque tú me miras, tú estás ahí". Esa es la cuestión. Si vamos desde el mundo adulto imponiendo ritmos a tan tempranas edades, podemos crear una hiperdaptación por parte del bebé, y eso tiene consecuencias para su salud. Será un ser con apego inseguro. "Estás pero no estás...".
No quiero ponerme dramática ni rígida. Y además, dicho sea de paso, admiro en muchos aspectos a tu mamá. Bien pudo ese día, ser sólo un día, entre muchos que tengas de bienestar, bebé, con respeto a tus ritmos, con tus olores familiares que vas conociendo, en tu espacio que vas integrando, con tu pecho a demanda, tu sueño que se respeta, y tus ganas de jugar, tu gente... Puede ser. Ojalá. Y ojalá la sociedad vaya integrando ésto, porque es la vida, y nos va la vida en ello. Crianza saludable es la que respeta el ritmo natural de crecimiento, y ese ritmo, en un cachorro humano, necesita total atención a sus necesidades en el primer año fundamentalmente. Presencia de quien cuida. Es lo que tiene ser mamífero.
Te ví, y como a muchos otros, me llamaste la atención. Algún día tu mamá y tú lo comentaréis. Y ojalá, por un lado u otro, hayas podido disfrutar mientras tanto de esa crianza con apego, y con presencia.


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