martes, 29 de noviembre de 2011

grupo de crianza en Sant Cugat del Vallés (Barcelona)



Ofrezco un trabajo psicocorporal a las mamás con sus bebés (y papás que quieran o puedan venir), para encontrarnos de nuevo con nuestra naturaleza i poder escuchar nuestro cuerpo y el de nuestros hijos.



Ofrezco un acompañamiento a las familias con sus pequeños para que vayan contactando con la estructuración del nuevo ser, sus etapas de desarrollo psicomotor. Así iremos viendo lo que toca y no toca por edad, los períodos críticos, lo importante y lo accesorio en este tiempo de crianza.



Compartimos vivencias, emociones, mil y una duda, con otros papás y mamás, famillias cada una con su particularidad y una gran cosa en común que nos permite complicidades y apoyos.



Me baso en lo aprendido a partir de mis años de formación en prevención en la Escuela de Terapia Reichiana. Sigo el modelo asímismo que me ha ofrecido Migjorn, la asistencia a los grupos alrededor al parto y la crianza coordinados por Juliana Martínez (de la Escuela de Terapia Reichiana) me ha permitido echar a andar con mis propios grupos con la seguridad y el respaldo de un trabajo hecho con toda la seriedad y todo el cariño.



Como mis maestras, quiero transmitir la confianza en la vida y la necesidad de seguir los ritmos naturales para una vida saludable. Ellos, nuestros pequeños, los recién llegados bebés, se encargan de recordarnos que somos mamíferos y como tales nos comportamos. Sigamos pues los dictados de madre naturaleza y, de su mano, unamos natura y cultura.



El primer año, llamado período crítico biofísico, es crucial para sentar unas buenas bases. Es lo que deseo transmitir. Vale tantísimo la pena cuidar este periodo... tanto... me encantará irlo compartiendo con vosotras, vosotros, ya sea en los grupos, directamente, ya sea a través de este medio con el que se llega tan lejos.






sábado, 26 de noviembre de 2011



EL ARTE COMO TERAPIA, LA TERAPIA COMO UN ARTE




Comentarios sobre el curso "Arteterapia, aplicaciones en el ámbito sanitario, educativo y social" Coordinado por Ana Moreno en Huesca, en el que colaboran Consuelo Bartolomé y Encarna Leiva.


Destaco cómo el arte puede servir de recurso para la elaboración de situaciones vitales: sufrimiento emocional, crisis, tensiones, bloqueos, momentos en que necesitamos una ayuda, conocermos mejor a nosotros mismos...




Tenemos pocos espacios para la expresión, no podemos abandonarnos sin más, no hay ni sitios ni tiempos para ello. Estamos inmersos en una vorágine que nos empuja a seguir y seguir, producir, estar ahí, sin demasiado contacto, pasando nuestras vidas, incapaces de disfrutarlas, incapaces de ni siquiera acercarnos al entendimiento del por qué de nuestras insatisfacciones. Cada uno desde su estructura, va haciendo lo que puede para sobrevivir. El entorno familliar y social también está ahí, condicionando unas existencias que pueden ser muy precarias...

La propuesta de llevar el arte a la terapia (que también es un arte en sí, si se lleva bien llevada) supone ofrecer la oportunidad de expresar de maneras diversas. Desde un acompañamiento respetuoso y en contacto con las necesidades del paciente, se van creando lazos de vida. La persona que pide ayuda se encuentra muchas formas de plasmar sus inquietudes, sus problemas, su parte oscura. Puede hacerlo a través de pinturas, escultura, collages, lápices... Los materiaes plásticos ofrecen muchas maneras de sacar fuera lo que llevamos tan escondido... Son nuestros mediadores esos materiales, porque no se habla directamente sino a través de ellos. A menudo es tan difícil hablar... Sin embargo, esa pintura que salió, esos colores que resultaron, ese trazo, esa composición... cobraron vida propia, como cualquier obra de arte, y explicaron de su creador. Así salió el inconsciente, así se descargó tensión, así se pudo entrar para sanar.

Es la comunicación no verbal con los demás y con uno mismo. Es la forma en que, dejando salir a nuestros monstruos, podemos ser más dueños de nuestros caminos en la vida, ser protagonistas activos de ella. Al fin y al cabo, todos nos la queremos pasar bien. Y tras esa parte oscura aparece siempre, el impulso de vida, las ganas de vivir, el gusto por lo bello, lo que pulsa... Sale el artista que cada uno somos, para pintar nuestro lienzo más hermoso...



domingo, 6 de noviembre de 2011

respirar...




¿Cómo respiramos?. Mal, ya lo sabemos todos. Se ha oído tantas veces, se ha leído, escuchado, en tantas bocas... No estamos respirando bien, los adultos no tenemos incorporada la respiración. Lo sabemos casi todos, pero no hacemos demasiado caso. Lo vivimos con resignación y con un total alejamiento y desconexión de las consecuencias que ello trae a nuestras vidas. Pero es que nos va la vida en ello, sí, la vida, porque ¿de qué sirve ir haciendo servir el mínimo del mínimo de nuestra capacidad torácica para ir aguantando?, ¿es eso vivir?. Estamos dejándonos tantas cosas en el camino, tantas sensaciones, tantas emociones... Cierto, desde que vinimos al mundo inhibimos nuestra capacidad respiratoria para no sufir, bloqueamos el diafragma porque no había más remedio: nos obligaron a inhibir el llanto (nuestra única capacidad de expresión), y así, contacto tras contacto, fuimos reduciendo la vitalidad en pos a un no sufrir. Claro que se sufre menos inhibiendo la respiración, contrayendo el pecho. Sí, pero se paga un precio muy alto: dejamos de sentir plenamente, dejamos de empatizar, dejamos de ablandarnos ante los demás, dejamos de querer y, claro, vamos enfermando poco a poco.




He querido llevaros a la reflexión sobre ello. No vamos a forzar al cuerpo de repente, pero sí que podemos ir un poco más allá de "nuestra zona de confort" en la respiración. Dejemos que entre el aire y dejemos también que salga tratando de vaciar más de lo de costumbre. Sentiremos más, puede que nos lleguen emociones de sorpresa, sin avisar. Rocojámoslas, no las temamos. Es la vida, con sus luces y sus sombras, y vale la pena. ¡Atrevámonos a respirar!